Los alumnos de hostelería en A Coruña: ellos se lo guisan y ellos se lo comen

Los alumnos de hostelería en A Coruña: ellos se lo guisan y ellos se lo comen
Los alumnos de la décima promoción de BeCook posan con el profesor Pablo Caridad | Patricia g. fraga

Dejar un negocio en manos de los alumnos es la mayor muestra de confianza posible que puede llevar a cabo cualquier entidad formativa. Resulta complicado imaginar un paradigma semejante en el mundo empresarial al que desde hace diez años pone en práctica la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña: confiar la oferta, la atención al público y la gestión en general de su restaurante a los estudiantes de BeCook en la Escuela Álvaro Cunqueiro. Desde el pasado lunes vuelve a ser una realidad catable por cualquiera, preferiblemente bajo reserva, en el comedor del local situado en el número 5 de Félix Acevedo.


La décima generación es hija de la evolución de oferta gastronómica, pero también del paladar y el perfeccionamiento de las técnicas tanto a nivel infraestructura como conocimiento: el menú del día ofrece cinco primeros y cinco segundos en los que, si bien las croquetas, las carrilleras o la empanada son denominaciones reconocibles, cada una se reinventa con la creatividad y los conocimientos de los protagonistas de BeCook, tal y como reconoce orgulloso su profesor, Pablo Caridad: “Son propuestas adaptadas a métodos y técnicas plurales, estoy muy contento con esta promoción”. Por ejemplo, la empanada de caldeirada de merluza, en la que no existe base de pan, será llevada a concurso en el próximo Fórum Gatronómico. 


Multicultural 

El curso BeCook se ha convertido en una factoría y cantera de cocineros para restaurantes de referencia en toda España. Sin embargo, su reputación le ha granjeado un prestigio y le ha convertido en reclamo para futuros profesionales. El resultado es un aula cada vez más multicultural, que este año incluye alumnos de El Bierzo, Brasil o China. El objetivo es que al finalizar el curso hayan sido capaces de ofrecer una carta local, otra nacional y una internacional cuya temática es todavía un secreto.


Cuál es la historia y la motivación de los ‘becookers’ también bebe de la evolución de la cocina y la dignificación de la profesión, ya sea por los gustos de los comensales o incluso por el legado televisivo y de sus concursos. “La mayoría es gente con formación previa que se ha dado cuenta que esa formación tenía un techo y que necesita perfeccionarse”, asume Caridad. “La televisión ha dejado un estímulo bueno que dignifica el papel del cocinero, pero fuera de eso también existe una realidad”, añade.


Orgullo

Además de los diez años de BeCook, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería celebra el 25 aniversario de su escuela. Para Héctor Cañete, su presidente, no existe mejor ejemplo del trabajo bien hecho. “Nuestros alumnos siempre hacen cosas sorprendentes: han venido políticos relevantes a probar el restaurante y han quedado alucinados”. 


El restaurante está abierto al público de lunes a jueves y el precio del menú es de 16 euros. 

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