Astenia primaveral, ¿por qué me influye el cambio de estación?

La primavera ha entrado y, aunque las temperaturas han bajado considerablemente estos días, el cambio de hora impactará considerablemente en el día a día de muchas personas. Cada vez son más las que manifiestan que estos ajustes estacionales no solo alteran su rutina en el día a día, sino que también influyen profundamente en su bienestar tanto emocional como físico. Estos cambios tienen un origen psicológico y físico afectando directamente a la salud mental de las personas. La psicopedagoga y coach emocional, Verónica García-Gesto Fraga de Psicosolución, explica que este proceso impacta directamente en la salud. Estrés, ansiedad, somnolencia, problemas de comportamiento que, incluso a veces, pueden afectar a la forma de pensar, sentir y actuar son algunos de los problemas asociados a los cambios estacionales. “La transición hacia la primavera debido al cambio de luz provocado por un aumento de la radiación solar en muchas ocasiones trae aparejados cambios hormonales importantes en el estado emocional de las personas con un aumento de la melatonina y la serotonina que a su vez aumentan la vitalidad, la alegría y la energía”, apunta la especialista. Y añade: “También con más horas de luz y sol aumentan los niveles de vitamina D, la serotonina, la dopamina y la oxitocina lo que hace que mejore nuestro ánimo y las ganas de hacer actividades al aire libre y las ganas de relacionarnos”.

Pero, en ocasiones, todos estos cambios no favorecen el día a día de las personas. La astenia primaveral irrumpe en algunas ocasiones ofreciendo un desequilibrio psicológico y físico en el que influyen diferentes factores.

¿Qué es la astenia primaveral?

“La astenia primaveral es una alteración transitoria que puede afectar al estado de animo, al cansancio, al sueño y al humor. La exposición a la luz solar hace que se segreguen algunas hormonas como el cortisol o las endorfinas lo que provoca una alteración biológica a la que debemos irnos adaptando”, explica García-Gesto Fraga. En la mayor parte de las personas esta sintomatología parece pasadas unas dos semanas y en otras ni si quiera aparece, sin embargo, a veces pueden persistir síntomas y cuando estos son constantes es recomendable acudir al médico. 

La especialista ofrece 4 tips para todos aquellos que deseen combatir el cambio de estación de la mejor manera:

1. Organizar las horas de sueño. Dormir es muy importante y crear un ambiente agradable impactará de forma positiva en la calidad del sueño.  “Debemos escoger unas buenas sábanas, incluso si hace falta que estén perfumadas, que nos resulten cómodas con una atmósfera relajante, las luces han de ser ténues y debemos evitar en todo momento objetos distractores como móviles o tablets”, dice. 
2. Alimentación saludable. “Es necesario reorganizar nuestra alimentación hacia una dieta saludable que refuerce nuestro sistema inmunológico”, añade la coach emocional.
3. Ejercicio físico al aire libre. Otro de los consejos aportados por la especialista es realizar ejercicio físico, si puede ser al aire libre mucho mejor ya que lo ideal es respirar oxígeno puro lo que favorecerá la relajación.
4. Crear momentos para el descanso y la desconexión. Buscar momentos de relajación, tomarnos descansos y evitar el estrés es necesario. “Es muy importante hacer pausas de la rutina, el día a día que llevamos la mayor parte de las veces es frenético. Hay que parar, compartir ratos con familias y amigos, hacer alguna escapada, disfrutar de un picnic y, sobre todo, disfrutar de momentos sin preocupaciones”, apunta la experta.