Reportaje | Joyas que mantienen vivo el recuerdo de las mascotas fallecidas

Reportaje | Joyas que mantienen vivo el recuerdo de las mascotas fallecidas
Algunas de las pulseras que elaboran los usuarios de Grumico

Galimascota, el tanatorio de animales ubicado en el polígono de Bergondo, ha lanzado un nuevo servicio: joyas hechas a mano que homenajean al fallecido y que elaboran personas con diversidad funcional usuarias de Grumico. “Permiten recordar a las mascotas de una forma más especial”, explican.


Son piezas de artesanía que se realizan en I-Lab, el centro especial de empleo creado por la asociación sin ánimo de lucro Grumico, que defiende los derechos e intereses de los afectados con discapacidad física. En el taller hace tiempo que diseñan, elaboran y venden joyería y bisutería, por eso Galimascota ha apostado por una colaboración, no solo para apoyar la inclusión social sino para brindar un nuevo servicio a sus clientes.

 

Un producto diferente

Son, aseveran, complementos personalizados con las fotos de sus animales de compañía. “Realizamos anillos, colgantes, conjuntos, pendientes y pulseras totalmente artesanales, lo que aporta esa distinción de las cadenas más grandes, que elaboran productos menos diferenciados”, dice Javier Mouriño, gerente de I-Lab.


Desde el tanatorio bergondés, Rosa Guerra añade que “el objetivo es ampliar la oferta de productos al mismo tiempo que se publicita una asociación que apuesta por la inclusión y la inserción laboral de personas con discapacidad”. “Damos a los usuarios la oportunidad de llevarse un recuerdo personalizado de su compañero de vida”, manifiesta.


Algunas otras posibilidades que ofrece el crematorio de mascotas son estampación de las huellas en icnita o los relicarios, otra forma de guardar para siempre la memoria del animal finado. También pueden escogerse diferentes urnas para portar las cenizas tras la incineración. 

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